Yolanda Aragón trabaja en una relojería como dependienta. Hace cuatro años,  ella y su marido decidieron adoptar a un niño y, tras casi un año de trámites, entrevistas y exámenes en España, les informaron de que su futuro hijo se encontraba en Calcuta (la India). En octubre de 2013, viajaron al orfanato de las Misioneras de la Caridad de Shishu Bavhan para llevar a cabo la adopción. No era la primera vez que Yolanda y su marido visitaban el país. Durante su viaje de novios, conocieron Nepal y la India. Los colores vivos de los saris y las especias llamaron profundamente la atención de la pareja. A pesar de su lacerante desigualdad, se enamoraron del país.